Los problemas crecen en la Vall d’Uixó. Calles, parques, polígonos industriales y el término municipal sucios; talan árboles en la avenida Corazón de Jesús y en la plaza Valence d’Agen; dos meses consecutivos aumentando el paro en el municipio; las cámaras de videovigilancia siguen sin funcionar; hay turnos de policía con un solo agente que no puede realizar patrullas por las calles de la Vall; siguen existiendo robos y hurtos en la ciudad…
Y mientras tanto Tania Baños inventando bancarrotas, sus socios justificándola en las redes sociales y sus tenientes de alcalde evidenciando que la alcaldesa falta continuamente a la verdad.
Mucho se ha hablado, en las últimas semanas, de la bancarrota ficticia que se inventó la alcaldesa Tania Baños porque, según su teniente de alcalde, Antoni Llorente, tuvo un mal día. Lo que nos dejó a todos los valleros y valleras, y a muchas personas de la provincia de Castellón, un mal cuerpo porque declarar la bancarrota supone reconocer que no se puede hacer frente a los pagos de las nóminas y el pago a proveedores.
Declarar la bancarrota y asegurar que se estaba barajando la posibilidad de pedir el rescate del ayuntamiento es de una irresponsabilidad máxima por parte de Tania Baños, que presume de ser licenciada en Económicas. Hemos sido, gracias a la alcaldesa socialista, el hazmerreír de la provincia de Castellón y ella lo resume todo en que fue una ironía.
Si la alcaldesa de la bancarrota quiere jugar con la Vall d’Uixó, que se vaya a casa, que se compre el monopoly y deje de jugar con el pan de toda la ciudadanía.
Lo que es evidente es que Tania Baños ha perdido toda credibilidad porque días después de declarar la bancarrota se inventó un sentencia que no existe y el tripartito salió a los medios de comunicación para intentar desprestigiar al PP. A día de hoy seguimos esperando una explicación más convincente por parte del gobierno de PSOE, EU y Compromís que decir que fue un error de interpretación de la sentencia.
Entre los malos días y los errores apañados vamos con este gobierno que encabeza una persona irresponsable y que ha encontrado en el ayuntamiento su primer puesto de trabajo.
Pero su irresponsabilidad y soberbia no acaban aquí. Tania Baños ha aprovechado una Junta de Portavoces para cargar contra el PP, rompiendo la cortesía y lealtad que se presume de una reunión en la que los representantes de cada partido con representación municipal pretenden llegar a acuerdos en beneficio de todos.
En legislaturas anteriores, con alcaldes del PP y del PSOE, si se tuvo que cambiar la fecha de un pleno por problemas de agenda de cualquiera de los 21 miembros de la corporación municipal, se hacía. Una simple llamada bastaba para tratar este asunto y durante la última legislatura la voluntad de entendimiento ha primado por encima de cualquier interés partidista.
Pero ha llegado Tania Baños y todo ha cambiado en el ayuntamiento. La alcaldesa de la bancarrota pierde el tiempo en los medios de comunicación –y lo perdemos todos los valleros- para sacar a la luz lo que se habla en las Juntas de Portavoces pero encima lo hace faltando a la verdad. ¡Cuánta deslealtad!